En los últimos años hemos visto aflorar en nuestros servicios hospitalarios de Cirugía Maxilofacial y en nuestras consultas privadas, una nueva patología antes inexistente: la necrosis ósea de los huesos maxilares por el uso y a veces abuso preventivo de los bifosfonatos.
Se cree que para que pueda aparecer una osteonecrosis maxilar deben pasar entre 3 y 5 años desde que se empiezan a tomar. No existen grandes series de prevalencia publicadas, pero se estima que la osteonecrosis puede afectar en torno al 5% de los pacientes que lo toman vía oral y alcanzar incluso el 20% de casos de necrosis en pacientes oncológicos que han recibido altas dosis intravenosas.
La necrosis ósea por bifosfotanos es un problema de difícil solución que puede, en el peor de los casos, provocar necrosis amplias de los huesos maxilares.
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